lunes, 4 de agosto de 2008

Abrazos

Es importante lo que el contacto físico adecuado puede lograr en nuestra salud y bienestar. Y los abrazos auténticos son una de las mejoras formas de lograrlo. Dar y recibir abrazos es un ritual fácil y sencillo de realizar.

Un abrazo debe ser una expresión amorosa y respetuosa hacia los demás, en la que nuestro interés está en expresarnos de forma honesta. Podemos darlo o podemos recibirlo y, en últimas, hacer las dos cosas al tiempo.

Podemos darlo cuando nos llenamos de una emoción por algo que nos desborda de dicha y necesitamos así poder reciclarnos con otro, incluso hasta que nos contengan, como puede ser en el momento de gol de nuestro equipo preferido, o al recibir una excelente noticia, o al ganar una competencia.

El caso es que estamos tan llenos de gozo, que queremos dar lo mejor de nosotros en ese instante y casi cualquier persona que lo reciba es adecuada. Así sabemos que somos portadores de una energía desbordada y darla nos hace bien. Lo mismo le sucederá a quien lo recibe.

A veces, en estado de tristeza, desconsuelo, pérdida, o dolor emocional o físico, llenos de abatimiento y desolación, recibir un abrazo real y sentido es más reconfortante que una medicina, más sano que una copa de licor, y más ecológico y económico que cualquier gasto de energía. Los resultados pueden ser espectaculares.

En este caso hay que estar dispuestos a dejarnos contener por el otro y a recibir lo que su ser nos proporciona, como su confianza, seguridad, fortaleza, protección y, por ende, sanación.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

reee lindo posta :)

Anita Lucía dijo...

lindo, lindo.
muy cierto.
te quiero francis.